💥IKER JIMENEZ DENUCIA la MANIPULACIÓN MEDIÁTICA💥

✅ https://youtu.be/azCUk4xHwKU La figura de
La figura de #IkerJiménez• se erige como una voz singular, un narrador de misterios que ha trascendido el ámbito de lo paranormal y lo histórico para convertirse en un agudo crítico de los mecanismos que rigen la propia información y tachado de #FACHANTASMA A través de su programa #CuartoMilenio y sus intervenciones en diversos foros, Iker Jiménez ha ido tejiendo, a lo largo de años, una denuncia constante y meticulosa contra una forma de manipulación mediática que, en su visión, ha dejado de lado a lo largo de la historia la ética y la moral para erigir relatos incuestionables y nuevos dogmas de fe laica. Su discurso no es el de un analista político al uso, sino el de un investigador de lo insólito que aplica su lupa sobre la realidad cotidiana que estamos viviendo actualmente, descubriendo en ella las mismas distorsiones, silencios y fabricaciones que podrían hallarse en una crónica de un suceso paranormal mal investigado. La esencia de la crítica de Iker Jiménez reside en la conceptualización de los medios de comunicación no como meros transmisores de noticias, sino como potentísimas fábricas de relatos. Este relato, lejos de ser una mera narración de hechos, es una construcción deliberada, un entramado de narrativas que busca, ante todo, el adoctrinamiento y la sumisión intelectual. Jiménez no denuncia solo la mentira puntual o el error de formas, sino un proceso mucho más sofisticado y pernicioso: la ingeniería social a través de la palabra y la imagen. Para él, muchos medios han abandonado su rol de contrapoder para convertirse en el brazo propagandístico de un poder difuso pero omnipresente, cuyo objetivo es homogenizar el pensamiento y anular cualquier atisbo de disidencia. Este proceso, en su opinión, se ejecuta con una precisión casi quirúrgica, empleando tácticas que él se ha dedicado a desentrañar ante su audiencia tras sufrir dicha manipulación en su propio entorno.
La esencia de la crítica de Iker Jiménez reside en la conceptualización de los medios de comunicación no como meros transmisores de noticias, sino como potentísimas fábricas de relatos. Este relato, lejos de ser una mera narración de hechos, es una construcción deliberada, un entramado de narrativas que busca, ante todo, el adoctrinamiento y la sumisión intelectual. Jiménez no denuncia solo la mentira puntual o el error de formas, sino un proceso mucho más sofisticado y pernicioso: la ingeniería social a través de la palabra y la imagen. Para él, muchos medios han abandonado su rol de contrapoder para convertirse en el brazo propagandístico de un poder difuso pero omnipresente, cuyo objetivo es homogenizar el pensamiento y anular cualquier atisbo de disidencia. Este proceso, en su opinión, se ejecuta con una precisión casi quirúrgica, empleando tácticas que él se ha dedicado a desentrañar ante su audiencia tras sufrir dicha manipulación en su propio entorno.